¿Cuántos besos me he ganado? ¿Cuántos recibí inmerecidamente? Durante las noches frías vendí mi alma a los abrazos recibidos egoístamente entregados sin apego. Luego el sexo cotidiano la mente huida el cuerpo distante la piel fría. Durante los días nublados vendí mi alma como ganga con tal de ver la luz entre tus piernas. ¿Cuántos besos di que fueran honestos? ¿Cuántos entregué mercenarios, asalariados? Durante las tardes solitarias deseé codicioso mentir en tus labios y así esquivar la nostalgia. Ahora es tarde. Mis libros en Amazon