No reconozco todas y cada una
de las señales.
Será por eso que tengo un andar
algo errático.
No reconozco todas y cada una
de las piedrecitas que he ido encontrando
y aun así las guardo en mi bolsillo
depositadas en la cóncava parte de mi memoria
donde espero algún día tener la luz que me asista.
No sé si entiendo todas y cada una
de las marcas.
No sé si entiendo todas y cada una
de las líneas
que se cruzan
tu mirada y mi deseo
esta habitación desierta y el tiempo que transcurre en ella
cada palabra escrita y su renglón.
No reconozco todas y cada una
de las señales, por eso me paro y deseo
tan quieto como puedo, deseo
tan en silencio, deseo
esperando un sonido, una luz, una señal
esta sí
que tenga sentido
que lo encaje todo, lo una, lo armonice
un clave en forma de minúscula advertencia
esta sí
que genere el orden
la posición correcta, algún tipo de forma o al menos un espacio reconocible
por qué no, un sentimiento para ser sentido
entendido.